jueves, 11 de diciembre de 2008

2. Rutina y memoria




Una semana y varias clases de conducir más tarde, ya controlaba medianamente a mi nuevo y amado coche. Vale que no era un último modelo, pero era mío y, lo más importante, al estropearse normalmente me permitía una excusa para irme a La Push y visitar a Jacob.
Era un alivio conocer a alguien en Forks, la única pega era que no venía a mi isntituto.

El primer día de clase me desperté tarde, desayuné con prisas y casi me dejo la mochila en casa.
¿Por qué esas cosas sólo me pasaban a mí? No era justo.
-¿Estás despierta?- preguntó mi hermano, con cara de preocupación, sentado a mi lado en el coche
-Mmmmm sí, más o menos- murmuré entre dientes
-Intenta no chocarte con nada, ¿vale?
Levanté la mano para darle una colleja, que fallé por escasos milímetros, justo antes de entrar en el aparcamiento del instituto. Estaba lleno de gente, la mayoría alumnos de los últimos cursos que eran los que podían conducir. Intenté adivinar cuales serían mis nuevos compañeros de clase entre el bullicio.
Bejé del coche de un salto al mismo tiempo que mi hermano, que echó a correr hacia la puerta sin esperarme. No hay nada como el amor de tu familia...
Subí el volumen del iPod y me adentré en los pasillos como un explorador rodeado de leones hambrientos. Odio el prototipo de instituto americano, me recuerda demasiado a ''High School Musical''. Busqué mi taquilla entre el revuelo de gente, abriéndola con un golpe sordo y empezando a sacar los libros de la mochila con cara de desesperación.
-¿Eres la nueva?- dijo una chica, que cerraba la taquilla situada junto a la mía.
-Pues... sí, esa soy yo- sonreí, un poco cortada.- María- añadí, presentándome
-Yo soy Angela- respondió, devolviéndome la sonrisa- ¿Ya te han enseñado esto?- hizo un amplio gesto con la mano en dirección al pasillo
-No, pero me gustan las sorpresas.


La mañana pasó lenta, y a la tercera hora ya perdí el hilo de las clases. Nunca había estado tanto tiempo escuchando hablar en inglés y tenía la cabeza embotada. Veía los labios de los profesores moverse pero no entendía nada de lo que estaban diciendo, así que empecé a fijarme más en mis compañeros que en la lección.
En un principio, nada que destacar.
Pero a última hora, en la clase de Historia, les vi.

1 comentario:

Natalia dijo...

Queremos (ok, quiero) MÁS JACOBBBB!
Continualo prontoo!