domingo, 9 de noviembre de 2008
Tras los pasos de...
Otro dia más, como cada mañana, salía a perseguirla por las calles de Londres. Era su trabajo. Le pagaban por eso, por pegarse a esa chica como si fuera la suela de sus zapatos y apuntar todo lo que hacís. Con quién estaba. Qué comía. De qué color era su ropa.Era una chica de no más de 20 años. Caminaba por las calles de esa ciudad hinóspita distraída y enamorada, como una adolescente enamorada, ajena a la sombra que la perseguía. Esa sombra que le doblaba en edad y que por las noches se dedicaba a hincharse de alcohol en algún bar de mala muerte de los suburbios, donde compartía sus confidencias con la camarera atractiva de turno.''Esa mujer'' decía, intentando articular las palabras ''No es trigo limpio.''El hombre que le pagaba por seguirla era uno de los más influyentes de toda Inglaterra, podía permitirse seguir pagándole hasta que encontrara lo que buscaba... pero no le había dicho qué era exactamente lo que debería buscar.Y algo se le pasaba por alto.¿Acaso estaba persiguiendo un ángel? Un ángel sin alas, sin miedos, sin zapatillas.Ella caminaba descalza y despreocupada por los jardines de la ciudad, llevaba una vida aparentemente normal.¿Qué habría hecho para que se jefe deseara con tanto ímpetu que la siguiera?Había algo en ella que no cuadraba... la historia no tenía sentido.
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